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martes, 31 de agosto de 2010

jueves, 26 de agosto de 2010

miércoles, 25 de agosto de 2010

Emotivo pregón de Carlos Gazapo. Merece la pena leerlo



Buenas noches.
Señor Alcalde.
Señores Concejales.
Reina y Damas de Honor.
Buenas noches queridos amigos y vecinos de Valencia de Alcántara.
Para mí es un honor, ser pregonero de las ferias y fiestas de San Bartolomé, un honor y un cierto atrevimiento, porque estoy seguro que hay personas mucho más capacitadas que yo para ocupar este lugar.
Un año más nos encontramos en esta Plaza de la Constitución, como preludio a nuestras fiestas, un momento de encuentro y convivencia, con nuestros familiares, amigos y emigrantes que año tras año, acuden a ellas.
Es un placer estar aquí esta noche, y compartir con todos vosotros, mis sentimientos hacía nuestro pueblo y parte de las vivencias que en veinticuatro años han ido marcando mi vida.
No soy buen orador, más bien parco en palabras, pero aun así pondré todo mi empeño en haceros agradable este momento.

Para escribir un pregón, normalmente, uno echa mano de sus recuerdos y acaba compartiendo con los demás vivencias y anécdotas que le ocurrieron en su infancia, en su adolescencia, en su juventud, recuerdos de tiempos pasados, gratos de contar.
Por mi edad, esas etapas están bastante cercanas, y las he vivido entre vosotros, pasando esos primeros años de mi vida, jugando y disfrutando por las calles y plazas de nuestra querida Valencia.
Fui alumno del Colegio General Navarro y Alonso de Celada, del que guardo muy buenos recuerdos, y muy buenos amigos, primero en las aulas ubicadas en el Convento de Santa Clara, nuestra playa, y los últimos cursos en Buenos Aires, donde actualmente se encuentra dicho colegio.
Es durante esta última etapa, con ocho años, cuando inicio mis primeros contactos con el mundo del atletismo.
Mi primera prueba fue la carrera popular de San Pedro, que todos los años se realiza en el mes de Agosto, y que nos permite disfrutar, durante su recorrido, de una pequeña parte de nuestra apreciada campiña.
A partir de ese día pasé a formar parte de la Escuela de Atletismo de Valencia de Alcántara, y lo que en principio fue como un juego, se ha convertido con los años en una parte de mi vida de la que me es muy difícil desconectar.
Todas las tardes después de terminar las clases, cogía mi inseparable mochila y me dirigía a las pistas del polideportivo.
Calentamiento…
Estiramientos…
Y a correr…
Una de las ventajas de practicar este deporte es el no tener que hacerlo en un recinto especial o cerrado, como ocurre con otros, lo que te permite elegir tus rutas, admirar lo que te rodea, en definitiva estar en pleno contacto con la naturaleza.
Y Valencia de Alcántara se presta para ello. Sus largos y sinuosos caminos me permiten realizar mis rodajes de bastantes kilómetros sin pasar dos veces por el mismo sitio.
Rutas de entrañable encanto, caminos que transcurren entre castaños, alcornoques, encinas, propios de nuestra flora y que utilizo como pistas de entrenamientos.
Dar la vuelta al pantano de Alpotrel.
Subir por el barrio del Valuengo y seguir por el camino que me lleva a la carretera de Alcorneo.
Desplazarme a Puerto-Roque y subir a lo alto de la Sierra Fría, lo que me permite disfrutar de unas vistas especiales, algo distintas a las que teníamos antes del 2003, pero que, poco a poco, va recuperando su verdor.
Y están las famosas cuestas que mi querido amigo y entrenador Manolo me prepara de vez en cuando para fortalecer las piernas. Las suelo realizar en el camino de la cantera, los que soléis andar por allí sabréis que hay una bastante empinada, justo al lado de ella. Aun que más de una vez las he hecho en la subida a la ermita de nuestra Virgen de los Remedios.
Pero si hay un sitio especial para nosotros, los atletas de Valencia de Alcántara, es el camino de la Fontíña.
Lo hemos recorrido miles de veces, tarde tras tarde, con calor, con frio, con lluvia. Nos lo conocemos palmo a palmo, su regato, sus prados, sus fuentes, sus alcornoques y olivos.
Kilómetro Dos, Regato Peje.
Kilómetro tres, por la Buenavista.
Kilómetro cinco por los Salones.
Y así, hasta dar la vuelta por el Cortiñal y regresar a las pistas por la carretera de San Pedro. Muchos de vosotros nos habréis visto pasar por ese camino. Se echa de menos cuando se esta fuera.
En definitiva, Valencia me ofrece un sinfín de posibilidades, que me hacen mucho más amena la práctica del atletismo.
En los primeros años de atleta tengo como entrenadora a Remedios Márquez y mis competiciones son a nivel regional. Crosses, millas, carreras populares de fines de semana, van despertando en mí el interés por este deporte.
Es en el año 2002, en categoría juvenil, cuando acudo a los primeros campeonatos de España con la Selección Extremeña. No me fue nada mal, conseguí a nivel colectivo el Subcampeonato de España.
En el año 2003 cambio de club , ficho por el Atletismo Olivenza y empiezo a entrenar con Manuel Núñez Vivas, mi actual entrenador, al que todos conocéis, buen atleta, muy buen maestro en el arte de entrenar, a la vista están mis resultados, y sobre todo muy buen amigo. Hemos compartido momentos de éxito y ha sabido ayudarme en los momentos difíciles. Con él logro dos medallas con la Selección Extremeña, una de plata en 2003 y una de oro en 2004.
En la temporada 2005 ya perteneciendo al Club Atletismo Almaraz donde continúo hoy, empiezo a lograr mis mejores resultados individuales.
Consigo ser campeón de España de 10000 m. lisos en Gijón, lo que me da el pase para participar en el campeonato de Europa junior, que se celebra en Lituania. Y logro mi mejor resultado hasta ahora, la medalla de bronce en los 10.000 m.
En categoría promesa, soy por dos años consecutivos subcampeón de España de 5OOOm. Lisos, y otras dos veces subcampeón en los 10.000, medalla de bronce en campo a través y vuelvo a formar parte de la selección española, participando en el campeonato de Europa, que se celebra en Hungría, y en el Europeo de cros que se celebra en Bruselas.
En este último europeo estuvo muy bien representada Extremadura ya que fuimos seleccionados 7 atletas de la región, pero mejor lo estuvo nuestro pueblo, Valencia de Alcántara, ya que de esos siete, tres somos nativos, Javier Alves, Manuel Núñez y un servidor.
Con 23 años paso a categoría absoluta, logrando la decima posición en el campeonato de España de 10.000 m. celebrado en Avilés.
He sido seis veces internacional con la selección española.
Estos son por encima mis mejores resultados hasta la fecha. Esta última temporada, una lesión de rodilla que arrastro desde Febrero, me ha mantenido apartado de las competiciones, y no he podido lograr los objetivos marcados.
Conseguir todo esto no ha sido fácil. El atletismo es duro y sacrificado.
Pero ese sacrificio merece la pena.
Aparte de los resultados deportivos, me ha aportado muchas cosas a nivel personal. Ha fortalecido mi carácter, me ha enseñado a ser disciplinado, ha superar situaciones difíciles.
Mis continuos viajes me han permitido conocer, casi todos los pueblos de nuestra querida Extremadura, y en los últimos años buena parte de España y de Europa, viajes que quizás por mi cuenta no hubiera podido realizar.
Pero lo más importante, es la oportunidad que me ha brindado de hacer muchas y muy buenas amistades.
Amo el deporte e invito a la gente a que lo practique. No es necesario hacerlo como lo hago yo, a nivel competitivo, pero sí realizar algún tipo de actividad que nos permita mantenernos agiles, en forma. No hay tope de edad.
Prueba de ello son nuestras pistas del polideportivo, punto de encuentro de un grupo de personas, muy distintas entre sí, pero que tenemos como fin realizar una actividad física. Pequeños iniciándose en el atletismo, jóvenes jugando al futbol, personas mayores que tarde tras tarde caminan dando vueltas por ellas, por tratarse de un sitio seguro, y con ellos, nosotros los atletas, con nuestros entrenamientos. Todos intentamos practicar nuestro deporte interrumpiéndonos lo menos posible unos a otros.
Pertenezco a una generación, quizás un poco desmotivada, pero no carecemos de valores. Nos toca vivir tiempos difíciles en una sociedad que es cada vez más individualista.
Para llegar aquí, he contado siempre con el apoyo incondicional de mi familia, de mis amigos, de mis entrenadores,…
Mis medallas y trofeos no son frutos sólo de mis sacrificios, si no también del esfuerzo de la gente que me rodea.
Por eso es fundamental apoyar en la medida que sea posible a nuestros jóvenes. Sacrificar un poco de nuestro tiempo en ellos, merece la pena.
El deporte puede ser esa herramienta que nos ayude a rescatar esos valores que hoy día están dormidos, pero no perdidos.
Queridos amigos, es noche de fiesta y no pretendo aburriros, os agradezco vuestra presencia y apoyo. Muchos de los que estáis, en esta plaza, habéis contribuido de una manera u otra en mi formación personal o deportiva, intentaré recompensaros de la manera que mejor sé, superándome como atleta, pero principalmente siendo mejor persona.
A la gente que no seáis de Valencia, pero que sintáis un enorme aprecio por este pueblo, deciros que no os sintáis forasteros, esta es una tierra hospitalaria y agradecida.
Y a los que como yo, seáis de aquí, disfrutad estos días, olvidemos los problemas cotidianos, rompamos la rutina y vivamos la feria.
Que paséis unas felices fiestas.
¡Viva San Bartolomé!
¡Viva Valencia de Alcántara!


CARLOS GAZAPO BRAVO

Reina y damas de honor de las ferias y fiestas San Bartolomé 2010



jueves, 19 de agosto de 2010

Joyas de la corona





Tras esta puerta se encuentra las joyas de la Corona Checas, concretamente el cetro, en el que Hergé, basa uno de los episodios de Tintin, en Tintin y el Cetro de Ottakar aunque es sabido que Hergé jamás nombra a ninguna ciudad como tal, salvo casos muy concretos. A la ciudad a la que se refiere éste, llamándola “Sildavia” (por cierto el grupo de “la unión”, tiene dedicada una canción a esta “ciudad”), no es otra que la ciudad de Praga. El cetro concretamente fue diseñado para el rey OTTAKAR II. La corona ha coronado a 22 reyes, uno de ellos sino el mas importante al Principe de Bohemia, Wenceslao.
Tras esta puerta y cerrada por siete cerraduras, de las cuales, cada ministro de la República Checa tiene una llave, se esconde la sala que custodia tanto la cripta de Wenceslao, Héroe local, asi como subiendo unas escalinatas, las joyas de la corona Checas.
Las joyas rara vez son sacadas, salvo para alguna conmemoración o alguna exposición.
Cuenta la leyenda según el Papa Clemente VI
“de que quien se la colocara sobre al cabeza sin ser rey, moriría de manera violenta.
Reinhard HeydrichUn suceso ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial como si confirmara la veracidad de la leyenda: Existen fotos documentando cómo Reinhard Heydrich, el máximo representante del Tercer Reich en Bohemia y Moravia ocupadas por Hitler, contempla las joyas de la corona checa. Se cuenta que en un acceso de soberbia, Heydrich se colocó sobre la cabeza la corona de S. Venceslao. En 1942 fallecía en un atentado perpetrado por antifascistas checos”.
Ya como reflexión final, decir que como seguidor de los comics de Tintín, fue un momento emocionante estar allí delante incluso pude hacer unas fotos a las réplicas de estas joyas.

José Manuel de la Piedad Pirón

Praga

Evolución de la vida

martes, 10 de agosto de 2010

Pescando en las aguas del Atlántico

Huellas



el porque de tus silencios que quieres ocultar
el porque de tanto tiempo sin hablar
dios te libre de inventar de mentir o de callar cuando cantas
como un pajaro indefenso bajo la tempestad
aun encuentras fundamentos en la ruina cruel
de tu memoria al recordar el porque de tus silencios
y las huellas de tus pies en la arena frente al mar
borradas por el vaiven de las aguas
el fin es el comienzo ya nadie te espera
no sabes si sales o si entras
son asuntos de familia que no se pueden tratar
la gente no canbia los genes no engañan
y tus flechas nunca dan en el centro del blanco de la diana
y las huellas de tus pies en la arena frente al mar
borradas por el vaiven de las aguas
el fin es el comienzo ya nadie te espera
no sabes si sales o si entras
que dificil es poder poner todos los dias
un poco de luz en tus venas
y las huellas de tus pies en la arena frente al mar
borradas por el vaiven de las aguas
el fin es el comienzo ya nadie te espera
no sabes si sales o si entras.

jueves, 5 de agosto de 2010

Plaza de Wesceslao. Praga



San Wenceslao, duque de Bohemia, tuvo una existencia breve y agitada. Murió mártir a los 30 años y sufrió las consecuencias que suelen acarrear las distintas creencias de sus padres. Era hijo de los príncipes Wratislao y Dragomira. Su padre, buen cristiano y amante de la paz, murió pronto. Su madre era cruel, vengativa, y fanática pagana. Tuvo un hermano, Boleslao.

Los dos hermanos recibieron distinta educación. A Boleslao le tocó recibir las perversas lecciones de su madre. Wenceslao vivió con su abuela, Santa Ludmila, seguramente bautizada por San Metodio. Con mano dulce y fuerte supo forjar el alma de su nieto. Lo hizo bautizar y sembró en su alma la semilla del Evangelio, que dio fruto abundante de santidad.

Pronto llegó la hora de las intrigas. Llegado Wenceslao a la mayoría de edad, Dragomira no quería cederle el poder, para pasarlo luego a Boleslao, más dócil a sus caprichos. Pero el pueblo reconocía al primogénito Wenceslao; y Dragomira tuvo que retirarse. Pero no quería hacerlo sin víctimas. Su alma envenenada consiguió eliminar a su suegra: unos forajidos la ahogaron con su propio velo y hacen de ella una mártir.

Más difícil le será eliminar a su propio hijo, pues le apoya gran parte del pueblo. Pero no dejará de intentarlo esta desnaturalizada madre de corazón de hiena, hasta conseguir quitarle la vida.

Se pone de acuerdo con Radislao para que invadiera Bohemia. Wenceslao le sale al encuentro y concierta con él un combate personal, para evitar derramamientos de sangre. Cuenta la tradición que al emprender el combate, Radislao vio dos ángeles que protegían a Wenceslao, por lo que cayó a sus pies y le pidió perdón. Lo mismo se dice que sucedió cuando se presentó en la dieta de Worms ante Otón I. Wenceslao y Radislao firmaron la paz y Bohemia vivió días de concordia y prosperidad.

Su reinado fue cortó, pero fecundo en obras sociales y de reconciliación nacional. Suprimió los tormentos, destruyó los patíbulos y transformó las cárceles en hospitales. Favoreció las artes y las ciencias, dictó normas de moralidad, construyó hermosos templos, como la catedral de San Vito de Praga. Visitaba descalzo en noches frías y de nieve las iglesias para visitar al Santísimo. Sentía una gran devoción a la Virgen María, a la que había consagrado para siempre su castidad.

Según un biógrafo, fue veraz en sus palabras, fiel en sus promesas, sumamente piadoso. Observaba sin desmayo las virtudes de la humanidad, de la paciencia, de la caridad. Oía Misa diariamente, y él mismo, con trigo de su cosecha y uvas de su viña preparaba el vino y las hostias. Hubiera deseado ser sacerdote, de no haber tenido que ser rey.

Pero la ambición y maldad de su madre y hermano no se daban descanso. Boleslao le invitó a pasar con él unos días. Wenceslao aceptó. Y al acercarse a la iglesia, fue cosido a puñaladas por su hermano y sus cómplices. Era el 28 de septiembre del año 938, a sus 30 años de edad.

Fue uno de los crímenes más horrendos de la historia. Pero Bohemia no olvidó nunca a su hijo preclaro. Wenceslao la había cristianizado y conseguido para ella un merecido prestigio. Bohemia, agradecida, le honró como a Santo, Héroe nacional, Padre de la Patria y su celestial Patrono ante Dios. Le erigió también el más bello monumento en la plaza mejor de Praga. Sus restos reposan en la hermosa catedral de Praga que él mismo hizo erigir en honor de San Vito. Aún emociona visitarlos hoy.

Por las calles de Praga

lunes, 2 de agosto de 2010

Boda Regia 2010. Valencia de Alcántara


La Boda entre la hija primogénita de los Reyes Católicos y el Rey de Portugal Manuel I, conocido por el Afortunado o el Grande, se celebró en Valencia de Alcántara en Octubre de 1497. Los prolegómenos del enlace vinieron caracterizados por el estado de viudedad de la infanta, y el estado de soltería y juventud del Rey portugués.

Sobre la Boda de la Infanta Isabel y el Rey de Portugal existen diversos documentos que atestiguan la veracidad del enlace en la Villa de Valencia de Alcántara, aunque hay que apuntar también la ubicación de este acontecimiento por parte del cronista real Andrés Bernáldez, que en su “Crónica de los Reyes Católicos” la situó en Alcántara, probablemente debido a un error del copista al interpretar Vª como Villa en vez de Valencia.Por lo general, son mayoría las fuentes que atestiguan que la boda se realizó en Valencia de Alcántara, existiendo documentos que especifican que aunque en un principio, buscando un lugar de la Raya entre España y Portugal, se pensó en la villa cacereña de Ceclavín, debido a los inconvenientes por la dificultosa comunicación se decide finalmente que los novios se deben encontrar en Valencia de Alcántara, donde también se han de festejar los desposorios (A. Azuar).

En los siguientes documentos se narra, incluso pormenorizadamente, la decisión y posterior celebración de la Boda Regia:

- Revista del Monasterio de Guadalupe, números 47, 48, 49, 50 y 51 del año 1918, en un estudio del Padre Acemel, basado en unos manuscritos conservados en ese mismo Monasterio. Inspirándose en este estudio, se realizó un resumen en la revista Tensión, publicada por el Colegio Público General Navarro de Valencia de Alcántara y dirigida por los profesores D. Elías Diéguez y D. Eustasio López, dentro del apartado titulado “Historia de la Villa”, en sus capítulos 27, 28, 29 y 30.

- Artículo publicado en la Revista de Extremadura en el año 1904, por D. Antonio Azuar, colaborador de varias revistas locales, entre ellas “El Curioso Averiguador”. El artículo se tituló “Valencia de Alcántara por los Reyes Católicos. Boda Regia en 1497”, y en él no se aporta bibliografía ni noticias de fuentes documentales, basándose sus argumentos <<…ateniéndonos a cuantos dejaron escrito testigos presenciales que acompañaron a los Reyes Católicos, e historiadores que por referencia narraron luego los hechos más culminante de aquel glorioso reinado…>>; y cita palabras textuales del canónigo y humanista Pedro Mártir de Angleria, que acompañó a los Reyes personalmente en su estancia en la Villa de Valencia de Alcántara.

Por parte portuguesa, la versión de la Boda en nuestra Villa está tratada por varios autores, entre los que destaca Damián de Goes, en su crónica del Felicisimo rey Don Manuel.